La suegra que estaba sorda

La suegra que estaba sorda


La suegra que estaba quedándose sorda llegó a la casa del yerno, quien sabía muy bien de su sordera.
Él la recibió diligentemente, abrió la puerta y con una amplia sonrisa, la saludó diciendo:
—Adelante, vieja metida, despelucada… ¿De dónde viene la bruja chismosa con esa cara de espantapájaros, y cuerpo de lombriz?
La suegra lo mira despectivamente y le responde,

—Vengo de comprar un audífono para oír bien…